top of page

El pitillo

Mis personajes fuman. No sé qué filia, fobia, o trauma tengo con eso pero mis personajes se pasan las páginas fumando. Y lo raro es que yo ni fumo, ni lo he hecho en mi vida, ni me atrae hacerlo tampoco. Cuánto menos es curioso. Quizá la explicación esté en que escribo mucho sobre esa franja de tiempo comprendida entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX. Tampoco sé porqué pero es una época que me atrae y me gusta mucho (¿reencarnación?😂) y claro, en esos años se fumaba muchísimo; al principio solo los hombres, pero luego las mujeres también.


Y después también está ese cine noir, esas escenas en blanco y negro, esas femme fatale, esos galanes taciturnos con gabardina a lo Humphrey Bogart, esas conversaciones profundas, esa disertaciones sobre la vida, la muerte, y la guerra... Cuando escribo me gusta intentar plasmar algo de todo eso... o al menos intentarlo. Pero sin duda, una de las cosas más difíciles es que no se te vaya la mano con el número de cigarrillos que lleva el personaje, así como el tiempo que tarda entre diálogo y diálogo en fumarse uno, o peor: escribir "encendió otro cigarrillo" cuando en la frase anterior no había apagado el último.


2 visualizaciones0 comentarios
bottom of page