top of page

Caramelos baratos.

Hechos como la tragedia aérea de hoy me hacen convencerme (todavía más) de lo que es la vida... y también de lo que no es.


Que la vida no es eterna es una obviedad. Pero el pensar que la hora nos va a llegar a partir de los setenta, tranquilitos en la cama rodeados de los que más queremos para ser el pensamiento común.


Nadie piensa que su avión se va a estrellar, que en la carretera un conductor borracho va a empotrar su coche contra el tuyo, que te van a atropellar cruzando por la misma calle de toda la vida, que te vas a atragantar con el hueso de una aceituna, o que te va a caer en la cabeza un yunque, una maceta, o toda la barandilla de una terraza que se precipite desde un tercer piso. Suena todo muy absurdo, pero SÍ, lamentablemente esas cosas pasan. Pasan más a menudo de lo que parecen, y nos puede pasar en CUALQUIER MOMENTO a CUALQUIERA.


Pues bien, yo como no sé si la hora me va a llegar mañana, o dentro de 50 años, pienso leer, estudiar, aprender y escribir todo lo que pueda en el tiempo que me toque vivir, sea 24 horas más, o 70 años más.


Entretenimiento vacío y banal, ese que la sociedad nos impone para tenernos contentos, amansaditos, dormidos, idiotizados y despreocupados; ese tipo de entretenimiento sí, pero el justo, porque la vida es más que eso, la vida (un tiempo determinado desconocido) está hecha para llenarla con AQUELLO PARA LO QUE HAS NACIDO, con aquello que sientes revolverse dentro de ti, no con esos caramelos baratos que este mundo te mete en la boca.



1 visualización0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page