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¿Veganismo?

Como cualquier imbécil de nuestros días con un teléfono móvil en las manos, cuando escribo algo en las redes sociales suelo estar muy convencido de lo que digo. Lo digo, lo defiendo (o lo critico) con vehemencia, me desahogo, le doy al botón de "Publicar" y me quedo tan tranquilo. Sin embargo, hay un tema que de un tiempo a esta parte me trae de cabeza.


Mi dilema es hacerme vegano o no.


El problema es gordo. Por un lado me gusta la carne. De pequeño no me gustaba nada, pero se ve que los años han despertado al carnívoro que llevo dentro y cada vez me gusta más. Nadie lo diría, porque estoy en los huesos, y es ahí donde viene la segunda parte del problema. Necesito comer carne. Cuando lo hago cojo algo de peso y lo que pasa es que lo necesito: necesito engordar. Si tuviera sobrepeso ésta sería la excusa perfecta para dejar de comer carne, pero me pasa justo lo contrario.


Por otra parte. ¿Cómo hacer para ser un vegano total? Sería renunciar a los huevos, a la leche, y a no sé cuántas cosas más. Y joder, ¡me gusta comer! ¡Si me dejas estoy todo el puto día comiendo! ¿Qué hago? Por otro lado, tampoco me considero al cien por cien a favor del veganismo. Quiero decir, si el ser humano ha llegado hasta el día de hoy, si hemos conquistado el mundo (para desgracia del mundo) es porque un día bajamos del árbol y dejamos de comer frutitas y le hincamos el diente a un bicho que pasaba. Sin eso, entre otras cosas, el tamaño de nuestro cerebro se hubiese quedado del tamaño de una pelota de tenis y seguiríamos colgados del árbol; preocupándonos únicamente por comer más frutitas, dormir, copular, y qué ninguna araña o serpiente nos mordiese. Casi que eso hubiese sido mejor... El veganismo, como hacer deporte en el gimnasio después de haber coronado evolutivamente la cima del bienestar, es ir contranatura. Sin embargo, tanto el veganismo como el gimnasio, suponen una solución muy acertada para los problemas del siglo XXI. Problemas como el sedentarismo, las enfermedades derivadas de él, el sistema capitalista, el sistema consumista capitalista, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la explotación animal...


Y es que la explotación animal ocupa un lugar capital en el debate vegano.


Estoy en contra de la explotación animal. Estoy en contra de un sistema que nos convierte en trabajadores, explotadores, explotados, y consumidores, todo a la vez. Pero sin embargo me veo incapaz de romper el círculo (la trampa de miel de la sociedad del bienestar). ¿Qué hacer? ¿Me voy al campo y me convierto en cazador-recolector? Nuestra forma de vida está arrasando el planeta. Vivimos para consumir, para comer. Millones de animales son criados solamente para ser llevados al matadero y ser transformados en alimento. Un alimento que en muchos de los casos acabará en la basura de miles de millones de personas de los países desarrollados. Estoy en contra de todo eso, pero cómo romper el círculo. Es mucho más que una dicotomía vegano sí o vegano no. Pero también me pregunto: ¿acaso no es el veganismo otro negocio en una sociedad en la que todo se traduce en dinero? Pero también es un negocio la industria cárnica o lechera, con además de la explotación animal, la huella hídrica que crea para producir un litro de leche o un kilo de carne. Me sobran preguntas y me falta tanta información como fuerza de voluntad. ¿Cómo salvar el planeta y a todos los seres que habitan en él y a la vez no contradecir la "ley del mínimo esfuerzo máximo beneficio"? ¿Cómo superar este hedonismo que amenaza con llevarnos por delante?



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