No soy ningún experto en estas cosas, pero tampoco soy tan ignorante como para no saber reconocer que según el contexto, según la forma de consumo, y según las necesidades de la personas, el cannabis puede tener alguna propiedad benéfica. Sin embargo, dudo que lo que fuman tus hijos les haga algún bien. El porrito de hoy en día es a la salud lo que la pizza congelada es a la dieta mediterránea.
Pero bueno, ya se sabe. En la sociedad de la diversión fatua, las estupideces, los "challenges" que promueven que te mates, y donde es un orgullo ser el más maleducado de la clase, fumar porros es un signo de distinción. Antes el que lo hacía tenía que esconderse. Hoy si te descuidas te lo ofrece hasta tu padre, el mismo padrazo que amenaza al profesor para que apruebe al niño. Está normalizado. Y el problema ya no es ni el cannabis, el problema es el potingue que les pueden vender y que van a consumir sin saber si quiera qué es lo que están fumando exactamente. Desde plástico hasta heces de saber qué o quién. Mejor no le preguntes al camellito de turno qué es lo que te está dando. Se trata de hacer negocios. Cuánta más barata ses la materia prima, y más ignorante y dependiente de tu producto sea el consumidor mejor.
Ojalá y todo sea una exageración. Ojalá y todo sea sensacionalismo. Ojalá y todos esos estudios que dicen que desde la segunda mitad del siglo pasado cada generación es un poco menos inteligente que la anterior sean falsos y estén "sesgados". Ojalá se equivoquen todos los pronósticos y los niños de hoy no sean los adultos estúpidos, ansiosos, manipulables e ignorantes de mañana. No, no todo es culpa de los porros, pero todo suma, o más bien, todo resta.
