top of page

La matraca

Si este es un país de pandereta no es por la siesta, ni por la tomatina, ni por San Fermín, ni por la sangría y la paella; sino sino por permitir que presos que están en la cárcel por querer reventar España, ocupen cargos públicos en el Gobierno de España. No contentos con dejarlos participar en las elecciones del país del que se quieren largar, se les permite jurar el cargo "por imperativo legal", por Narnia, por la Tierra Media, o por la fórmula que a cada uno le parezca. El caso del huido y de los huidos es tema aparte. Pero tranquilos, que ahora vienen las europeas y tendremos ración doble y triple del cobarde engañabobos más pillo que parió tierra catalana.


Pero menos mal que "no hay democracia". Tenemos extremistas de todo tipo para que nadie se enfada por negarle su derecho al pataleo y a cagarse en la madre del vecino. Tenemos nacionalistas de cada punto cardinal, y hasta independentistas, para añadirle un toque picante a la salsa. Tenemos casi paridad de género en la Cámara Baja y este año ha entrado hasta un diputado de color.


Menos mal que "no hay democracia". Si la llega a haber ya ni sé lo que pasaría.




2 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page