Analizando toda esta tragedia del chico que entró armado a su instituto matando e hiriendo a sus compañeros y profesores, pienso es que es todo muy triste.
Por supuesto primero están las víctimas, pero después, analizándolo todo en profundidad, es triste que este chico tenga que vivir, probablemente, medicado de por vida. Medicado porque dentro de él, su verdadero yo, su verdadera personalidad probablemente sea la de un monstruo, un monstruo que para que permanezca dormido tiene que estar atiborrado de medicamentos.
No queremos verlo, pero por desgracia, estas son cosas que pasan, y que pasan más a menudo de lo que pensamos. Tener problemas mentales es tan normal como cualquier otra "enfermedad", y si supiéramos la cantidad de gente con "problemas mentales" medicadas con las que nos cruzamos por calle, creo que no saldríamos a la calle. Personas con "problemas" medicadas. Medicadas es la palabra clave.
Teniendo todo esto en cuenta, y sin querer crear más polémica con un asunto ya de por sí bastante polémico, uno se pregunta si Freud tenía razón, y si en realidad no llevamos todos dentro una bestia solamente amordazada por las normas y la moral de la sociedad.
