Johnny

Para siempre cargará con el estigma de haberse acostado con hombres por dinero, por fama, hay quien incluso se atreverá que decir hasta que por poder. Pero lo que muchos no saben es que Marilyn, casi antes de ser Marilyn, tuvo la oportunidad de tener todo el dinero que hubiese querido. Si hubiese querido hubiese tenido la vida resuelta con solo veintitres años. Hubiese sido rica, hubiese dejado de rodar escenas como extra, hubiese pasado de ser una desahuciada que posaba desnuda por cincuenta dolares y un plato de alubias, a ser una muchacha rica, con patrimonio, casas, mansiones, propiedades, y dinero. Mucho dinero. Para todo ello no hubiese tenido más que firmar unos cuantos documentos y esperar... Un rápido matrimonio y a esperar a que le llegara la hora a su anciano amante. Él se lo propuso. Pero ella no lo aceptó. Escogió el camino difícil. El de actuar, el de esforzarse, el de enfrentarse día a día a sus propios demonios y a sus miedos ante la camara. Quería ser actriz, quería ser una buena actriz. Quería ser reconocida y recordada por ello, pero por encima de todo quería ser amada. Por eso no se iba a casar con un hombre que no amase, no otra vez. Como ella mismo dijo en una ocasión, no quería ni la fama ni el dinero, simplemente quería "ser maravillosa".